Gracias
mamá por ese día en que me enseñaste a dar mi primer pasito, porque me diste la
seguridad de tus brazos, que me sostuvieron siempre para que no me caiga.
Gracias mamá porque junto a ti aprendí el significado de la palabra más
hermosa: AMOR. Gracias mamá por cada velita que me ayudaste a apagar. Gracias
mamá por pasar noches enteras orando y velando por mi cuando yo estaba en un
problema o cuando estaba enfermo. Gracias mamá por compartir todas mis alegrías
y por ayudarme en mis tristezas. Gracias mamá por escucharme, aconsejarme, por
luchar por mi, por darme tu hermoso hombro para que pueda llorar en él, y
compartir tus lágrimas para luego sonreír porque juntos habíamos encontrado la solución.
Gracias mamá porque hiciste cumplir mi mayor deseo y quizás el sueño de mi
vida, porque sufriste día y noches enteras en hacer lo mejor para que yo pueda
ser feliz.
Es
tanto lo que tendría que escribir, que se acabaría la tinta. Pero sé que mis
labios no podrían nunca dejar de decir todo lo que siento por ti, todo lo que
tengo que agradecerte; ni tampoco mi corazón dejaría jamás de quererte, porque
el día que eso suceda entonces ya no latiría.
Mami,
gracias, sólo gracias y recuerda que te quiero y disfruta al máximo este día que es el
mejor porque es sólo tuyo, sólo tuyo mamá.